En un país donde la comunicación a veces se reduce a titulares fugaces, existen periodistas que entienden que su tarea es mucho más profunda: dar voz, cuidar verdades, abrir ventanas al otro, humanizar estadísticas. Ivette Franco es, sin duda, una de esas periodistas. Su carrera —forjada en los más exigentes estudios de noticias— no solo refleja su talento, sino su compromiso con la comunidad hispana, su convicción de que la narrativa debe servir como puente, y su voluntad de sembrar oportunidades para quienes vienen después. Como presidenta de la NAHJ, ha decidido caminar ese puente, tenderlo, cuidarlo. Como creadora del podcast A lo Franco, levanta escenarios donde las historias latinas, diversas y a veces invisibles, encuentran su espacio. Como mentora, acompaña —paciente y esperanzada— a jóvenes periodistas que buscan abrirse camino. En cada rol, su voz resuena con propósito.
Este perfil busca, entonces, contar su historia: sus orígenes, sus convicciones, sus luchas, sus triunfos, sus ideas —y, sobre todo, su humanidad.
Del micrófono al compromiso: su paso por Univision y su búsqueda de verdad
Cuando Ivette se convirtió en periodista para Univision, no entró simplemente a narrar hechos: entró a representar historias. Su rol en ese medio le permitió acercarse a comunidades, descubrir realidades latinas heterogéneas, atender sus preocupaciones, traducir sus urgencias al lenguaje de los grandes medios.
Fue ahí donde aprendió que las noticias son más que datos: son personas. Que cada familia cuenta un origen, una trayectoria, un anhelo; que detrás de cada titular hay una vida real. Y su forma de comunicar siempre privilegió ese matiz humano. No buscó el sensacionalismo: buscó la empatía. No buscó lo raro: buscó lo verdadero.
Durante años de trabajo, Ivette construyó reputación como periodista comprometida con la integridad, con la claridad, con la justicia informativa. Su nombre se convirtió para muchos hispanos en sinónimo de confianza, en garantía de que sus historias serán contadas con respeto y veracidad. Gracias a ello, ganó credibilidad no solo como periodista, sino como voz autorizada de una comunidad que muchas veces habita entre dos mundos.
A lo Franco: crear espacios para las voces latinas
Pero Ivette no se conformó con existir dentro de las estructuras tradicionales de los medios. Comprendió que muchas historias latinas quedaban fuera de los grandes noticieros —porque no eran “noticia”, porque no generaban rating, porque no encajaban en los espacios convencionales. Y decidió entonces crear su propio espacio: A lo Franco, un podcast que nació con la misión de amplificar voces, diversificar relatos, dar visibilidad a los latinos más allá de los estereotipos.
En ese podcast, Ivette se convierte en anfitriona, guía, compañera de conversación. Aborda temas que van desde música, cultura, emprendimiento, migración, identidad, talento emergente, historias de resiliencia, hasta realidades de comunidades poco representadas. Cada episodio no es solo una entrevista: es una puerta abierta a la riqueza de la diáspora, es un puente entre pasado y presente, entre países de origen y nuevas raíces.
El impacto de A lo Franco evidencia algo que Ivette ya sabía: la comunidad hispana necesita verse, reconocerse y sentirse escuchada. Y el hecho de que muchos de sus invitados —artistas, emprendedores, migrantes, jóvenes talentos— compartan su testimonio con honestidad, confirma que había una necesidad real de ese espacio.
Más que un podcast: un faro cultural.
La Presidencia de NAHJ: liderazgo, desafíos y compromiso institucional
En 2025, Ivette asumió la presidencia de la NAHJ —la organización profesional más importante de periodistas latinos en Estados Unidos— en un momento clave: uno en el que la representación hispana en medios sigue siendo insuficiente, los desafíos de diversidad se amplían y la responsabilidad de narrar con veracidad y dignidad es más urgente que nunca.
Ser presidenta de NAHJ no es título de escritorio: es trinchera de lucha, sala de decisiones, puente de oportunidades. Desde esa posición, Ivette se ha propuesto reforzar la misión fundacional de la organización: impulsar la presencia de latinos en salas de redacción, promover un periodismo inclusivo y responsable, generar espacios de mentoría, formación y networking, y garantizar que las comunidades hispanas sean representadas con dignidad en los medios.
Bajo su liderazgo, la NAHJ ha reafirmado su compromiso histórico con la equidad, con la integridad informativa y con el empoderamiento de nuevas generaciones. Para Ivette, ser presidenta no significa mandar: significa servir. Significa cuidar que los periodistas latinos tengan voz, recursos, protección y redes de apoyo.
Mentora de jóvenes periodistas: sembrando futuro
Quizás uno de los roles más entrañables de Ivette —y menos visible desde el público— es el de mentora. Consciente de lo difícil que puede ser abrirse paso en medios tradicionales, especialmente para latinos, inmigrantes, mujeres, jóvenes con talento pero sin contactos, ella decidió dedicar parte de su energía a orientar, aconsejar, compartir experiencia.
Ha impulsado iniciativas dentro de la NAHJ para apoyar estudiantes de periodismo hispano, brindar becas, tutorías, espacios de pasantías, conexiones con medios, talleres de ética, redacción, narrativa, multimedia. Ha levantado su voz para decir lo que muchas veces no se dice: que el periodismo también necesita sensibilidad cultural, conciencia social, compromiso real.
Muchos jóvenes que hoy trabajan en medios confiesan que su primer impulso les llegó gracias a una conversación con Ivette, a un consejo suyo, a una recomendación que cambió su camino. Esa huella silenciosa —a veces invisible, siempre decisiva— es parte importante de su legado.
La ética como brújula: periodismo con responsabilidad y corazón
En un mundo saturado de clicks, de noticias virales, de sensacionalismo, Ivette mantiene un norte claro: la ética. Para ella, el periodismo no es espectáculo: es responsabilidad. No es primicia: es verdad. No es bombardeo: es contexto.
Su enfoque se basa en valores firmes: respeto por las fuentes, verificación rigurosa, sensibilidad cultural, humanización de las historias. Cree profundamente que cada nota, cada reportaje, cada entrevista, tiene el potencial de transformar percepciones, de tocar vidas, de cambiar realidades. Y por eso lo hace con cuidado, con conciencia, con respeto.
Esa postura la ha convertido en faro para quienes creen en un periodismo dignificado, en una narrativa plural, en una voz latina con integridad.
Los desafíos de liderar: comprender un entorno cambiante
El camino de Ivette no es sencillo. Ser periodista latina en Estados Unidos implica desafíos que van más allá de deadlines y coberturas: implica luchar contra prejuicios, contra estereotipos, contra invisibilidad. Implica reconquistar espacios, cuestionar narrativas, exigir representaciones veraces. Implica enfrentarse a estructuras que muchas veces no entienden la complejidad de la experiencia hispana.
Como presidenta de NAHJ y figura visible, ha enfrentado críticas, resistencias institucionales, tensiones generacionales, presiones mediáticas. Ha tenido que negociar entre lo urgente y lo necesario, entre lo comercial y lo comunitario, entre lo mediático y lo humano. Pero lo ha hecho con dignidad, con firmeza, con coherencia.
Su liderazgo no se mide en aplausos: se mide en impactos. En oportunidades creadas. En voces incluidas. En narrativas reparadas.
Un perfil que trasciende la profesión
Ivette no es solo una periodista. No es solo una dirigente. No es solo una conductora de podcast. Es una constructora de puentes. Una tejedora de comunidad. Una voz que interpela, que une, que representa. Una mujer que sabe que su trabajo importa porque hay vidas detrás de cada historia.
Su trayectoria demuestra que se puede triunfar sin renunciar a la identidad. Que se puede liderar sin perder la sensibilidad. Que se puede innovar sin abandonar la integridad. Que se puede mantener la esperanza incluso cuando las circunstancias sugieren lo contrario.
Por eso, su perfil no es solo un recuento de logros: es un retrato de compromiso, de ética, de pertenencia. Es la historia de alguien que decidió que su voz —y su oficio— serían siempre para los demás. Para la comunidad. Para la verdad. Para la memoria.
El presente de Ivette: un compromiso renovado, una voz firme
Hoy, en su rol al frente de la NAHJ, con su podcast activo y sus energías intactas, Ivette Franco vive un momento de reafirmación. El periodismo hispano atraviesa transformaciones profundas —digitalización, cambios en consumo de medios, nuevos lenguajes, nuevas generaciones— y ella asume el reto con voluntad y visión.
Pero más allá de las pantallas, los micrófonos o los eventos, su centralidad sigue siendo la comunidad latina. Su norte sigue siendo dar visibilidad, abrir espacios, construir redes, acompañar procesos. Su fuerza sigue siendo la convicción de que cada historia importa.
Y su legado —aun en construcción— ya está dejando huella.
Ivette Franco, la mujer que hace del periodismo una misión
En un paisaje mediático complejo y muchas veces impersonal, Ivette Franco se levanta como un faro de integridad, humanidad y compromiso. Su trayectoria —desde la redacción hasta la presidencia de la NAHJ, desde las cámaras hasta el micrófono de A lo Franco, desde los comienzos modestos hasta la mentoría de nuevas voces— demuestra que el periodismo, cuando se ejerce con conciencia, puede transformar realidades, empoderar comunidades y preservar identidades.
Este perfil no busca agotar su historia, sino visibilizar una parte —una que inspira, conmueve y convoca a creer. Porque Ivette no solo informa: construye. No solo cuenta: acompaña. No solo comunica: une.
Y en tiempos en que la voz latina busca su lugar, ella —con firmeza, sensibilidad y coraje— nos recuerda que ser vistos, escuchados y reconocidos no es un privilegio: es derecho.



