En junio, Dinamarca fue sede de la inauguración del Copenhagen Sprint, una nueva carrera del UCI World Tour diseñada para destacar la profunda cultura ciclista del país y sus impresionantes destinos.
El evento reunió a los mejores ciclistas profesionales y a miles de aficionados durante dos días de carreras, festividades y paisajes espectaculares. Con rutas que serpenteaban entre castillos históricos, museos de renombre mundial y vibrantes calles urbanas, la carrera demostró cómo Dinamarca combina el deporte de élite con la vida ciclista cotidiana.
Lorena Wiebes (Países Bajos, Team SD Worx‑Protime) consiguió la victoria en la carrera femenina, mientras que Jordi Meeus (Bélgica, Team Red Bull–BORA–hansgrohe) se alzó con la victoria en la carrera masculina tras un dramático sprint final por el centro de Copenhague.
El Copenhagen Sprint comenzó en el Museo de Barcos Vikingos en Roskilde y pasó por la histórica Catedral de Roskilde antes de guiar a los ciclistas a través de la pintoresca campiña de Zelanda.
Los ciclistas pasaron junto al gran Castillo de Frederiksborg y se deslizaron por caminos rodeados de bosques, para luego recorrer paisajes costeros con vistas hacia el Castillo de Kronborg mientras pasaban por el Museo de Arte Moderno de Louisiana.
Al acercarse a Copenhague, recorrieron bulevares arbolados, pasando por el Ayuntamiento de Copenhague en el circuito final antes de recorrer un circuito urbano de 11 km y esprintar hasta la meta frente al SMK, la Galería Nacional de Dinamarca.
Más allá de la meta, el Copenhagen Sprint fue una celebración del ciclismo para todos. Zonas para aficionados, comida callejera, música local, paseos en familia y un festival de bicicletas invitaron a locales y visitantes a participar en el fin de semana, sobre dos ruedas o animando desde la banda.
En Dinamarca, el ciclismo es más que un deporte. Es una forma de vida. Con más de 12.000 km de carriles bici exclusivos, la mayoría de los habitantes de Copenhague se desplazan en bicicleta a diario, llueva o truene. Incluso en invierno, tres de cada cuatro daneses siguen practicando ciclismo a pesar del viento y las inclemencias del tiempo.
Esta fuerte cultura ciclista fue visible durante todo el evento. Los espectadores se congregaron en las calles no solo para observar, sino también para pedalear, compartir comidas y disfrutar de un fin de semana que reflejó el ritmo de la vida cotidiana en Dinamarca, solo que más rápido.
Desde barcos vikingos hasta arte moderno, la ruta del Copenhagen Sprint contaba una historia de tradición, comunidad y movimiento. Y con esta nueva carrera anual, esa historia llega ahora a un público internacional.