El álbum #Anónimas&Resilientes , producido por Chaco World Music , está nominado al Latin GRAMMY® como Mejor Álbum Folclórico . Esta nominación representa un hito vital para la música tradicional afrocolombiana y las cantadoras de Bullerengue . Esta singular tradición musical ha sido preservada por las mujeres mayores del Caribe colombiano desde el siglo XVII.
Este es el segundo álbum del grupo Voces del Bullerengue , cuyo debut recibió nominaciones a los premios GRAMMY® y Latin GRAMMY® . Producido por Manuel García-Orozco , productor multiganador de premios GRAMMY, este nuevo trabajo explora la memoria ancestral de las mujeres afrodescendientes de las comunidades rurales de la región de Montes de María.
En exclusiva, Manuel Garcia-Orozco , habló con Hispanic Target y nos contó sobre esta nominación al Grammy Latino.
Felicidades por tu nominación. ¿Qué significa para ti este reconocimiento y cómo refleja el trabajo que has venido desarrollando con Chaco World Music?
“Gracias. Siempre es un honor recibir estos reconocimientos. La nominación al Grammy Latino de #anonimas&resilientes significa dar mayor visibilidad al bullerengue y sus cantadoras, mujeres mayores y matriarcales que mediante el canto mitigan los estragos de la existencia. El Bullerengue no es mero entretenimiento, sino un espacio que ha permitido a las ancestras del pasado y a las cantadoras del presente resistir poéticamente para proyectar hacia el futuro ontologías basadas en el amor y el respeto por la vida. Esta nominación es histórica para un grupo rural y sin pretensiones comerciales”.
El bullerengue es una expresión ancestral y profundamente femenina. ¿Cómo fue el proceso de recopilar, (¿reunir?), reinterpretar o dar visibilidad a esas voces anónimas que han mantenido viva esta tradición?
“Es un proyecto de vida, llevamos 17 años amplificando el bullerengue. Creé el grupo Voces del Bullerengue por un sueño de Petrona Martínez, la Cantadora más visible que tiene el género y con quién ganamos el Grammy latino en 2021. Su sueño fue recrear ruedas de Bullerengue como las de sus ancestras y creía ella ser la última portadora de este legado en Montes de María, el epicentro histórico donde nació el género. Materializar el sueño de Petrona me llevó a recorrer la región y encontrar valiosas mujeres matriarcales que no participaban de la industria, pero ejercían el Bullerengue por tradición. Así realizamos un primer álbum de estudio en 2019 que culminó con la soñada Rueda. Antes del proyecto, las Cantadoras nunca habían salido de sus respectivos pueblos, ni cantado con mujeres de otros pueblos. Una vez hicimos la primera Rueda, quedó claro que teníamos que repetir la experiencia porque las dimensiones de afecto y musicales de estas voces merecían mayor reconocimiento. Entonces seguimos realizando grabaciones de campo. El proceso fue hermoso porque el Bullerengue es un medio de ejercer maneras de conocimiento, de ser, de respetar la vida y el territorio muy ancladas en los afectos de las ancestras, las Cantadoras, y sus descendientes. Por ejemplo, Juana Rosado y Juana del Toro cantan canciones de sus respectivas abuelas y las rememoran en sus testimonios durante el disco. Así mismo, las herederas de estas cantadoras escucharán a sus ancestras en el futuro. El bullerengue es un archivo vivo y este álbum contribuye a ese legado”.
El título del álbum es muy poderoso. ¿Qué te inspiró a crear “#Anónimas&Resilientes”?
“El sueño de Petrona del que hablaba antes me inspiró y también conocer la forma que el Bullerengue está íntimamente conectado con el territorio, la historia Cimarrona, y las ontologías matriarcales de las Cantadoras. El matriarcado consiste en ejercer el poder desde el amor, el bien comunitario, y la conexión con el principio de la vida. En el patriarcado y en occidente el poder se ejerce desde la dominación y creer que los recursos del planeta eran infinitos. Pero en el matriarcado se ejerce desde generar y amar la vida. En estos tiempos de crisis ecológica, humanitaria y de guerras, estas cantadoras merecen ser amplificadas para recordarnos que la música no es un privilegio o un bien de consumo sino un agente que nos reafirma y recuerda que todos los seres vivos, materiales, y espirituales estamos interconectados. Ellas han preservado estos legados de amor y resistencia desde su anonimato y resiliencia. Hay cantadoras de más de 90 años como Carmen Pimentel que continua creativa ejerciendo su música pese a ser invidente, o Juana Rosado, de 86, que canta con más alegría y energía que cualquier joven. Las cantadoras en solo su manera de existir y liderar comunidad a través del canto desafían las lógicas occidentales. El título del disco hace alusión aquellas mujeres que por generaciones han resistido los embates de la vida y la marginalidad aportando a la música desde el anonimato. El nombre también es una crítica a las industrias culturales y la música en general, pues el Bullerengue permea el mainstream pero las Cantadoras continúan desconocidas. Por ejemplo, Jay-Z sampleó a la difunta Estefanía Caicedo en su álbum 4:44, y Shakira estuvo entre las primeras oyentes de “La titulación”, canción que aparece en este álbum, y fue estrenada durante una ceremonia de titulación colectiva de tierras para comunidades afrocolombianas donde La Chamaría de los Manglares la cantó para Shakira y Obama en 2012”.
Tu propuesta siempre ha mezclado culturas y sonidos. ¿Qué elementos nuevos o diferentes encontraremos en este nuevo proyecto musical?
“Bien sea Carlos Vives, Angelique Kidjo, o Basement Jaxx, nuestras colaboraciones tienen el fin de amplificar los saberes del territorio Caribe Cimarrón mediante el diálogo con otros sonidos. Pero después de realizar estos proyectos tan complejos, me viene la necesidad de simplificar las técnicas de producción musical. Por eso #anonimas&resilientes no es un álbum de estudio. Consta de grabaciones de campo en una región particular en lo sociopolítico, musical, y acústico. Fue capturado en Realidad Virtual durante ruedas de bullerengue, en el sentido literal de la palabra donde todas las Cantadoras cantaron en círculo dialogando democráticamente con sus comunidades, territorios y tambores como lo hacían sus ancestras. El álbum también tiene forma circular donde el último sonido coincide con el primero, para escucharse en loop como un constante viaje en espiral. Además de música también se aprecian testimonios orales y paisajes sonoros sin pausas de silencio entre canciones. En el último corte, “Entre presencias y ausencias”, las cantadoras cuentan del pasado remoto del bullerengue, sus sueños y las amplias dimensiones de afecto que encarna esta música”.
En un mercado musical tan competitivo, ¿qué estrategias utilizas para mantener la autenticidad de tu proyecto sin perder proyección comercial?
“Mi Producción musical es disidente en el sentido que no sigue las lógicas del mercado. El objetivo siempre ha sido amplificar voces históricamente silenciadas y transformar vidas. Entonces nunca pienso en el mercado, la competencia o la autenticidad. Como productor mi prioridad es la música y la gente que hace la música. Me interesa producir música que haga feliz a las artistas con quienes trabajo y sensibilice públicos. Dentro de las estrategias para lograr este objetivo están las tecnologías inmersivas, la investigación etnomusicológica, las artes visuales. Por eso tardo tantos años en culminar cada álbum”.
Muchos artistas están apostando por la independencia y la innovación tecnológica. ¿Qué papel juega la innovación en tu proceso creativo y en la gestión de tu carrera?
“Ahora estamos grabando en realidad virtual. La Rueda de Bullerengue queda registrada en en 3D, 360 grados, resolución 8K, sonido Ambisonics. Veo esta tecnología como una ventana hacia el Caribe Cimarrón desde cualquier lugar del mundo, y una cápsula del tiempo que permitirá a las futuras generaciones conocer a las Cantadoras como unas ancestras que dejaron lindos legados matriarcales de amor y resistencia. Esta tecnología es liberadora en el sentido que no hay cables o audífonos restringiendo la movilidad y el desarrollo del performance. También da la casualidad que captura 360 grados y pareciera diseñada para inmortalizar ruedas de Bullerengue. Producir realidad virtual también tiene sus retos. Si bien la tecnología de audio digital ya no tenía límites en el tiempo o espacio de los archivos, la realidad virtual nos devuelve a restricciones de capturar máximo 15 minutos seguidos y que el peso de los archivos es sustancialmente elevado, lento y difícil de manejar. Aún así, las restricciones son una oportunidad para resolver problemas creativamente”.
Finalmente, ¿qué mensaje te gustaría dejar a los jóvenes artistas y emprendedores que buscan construir un proyecto sólido en la industria musical?
“El principal mensaje de este proyecto es combatir todas las maneras de discriminación y destrucción que nos ha traído el colonialismo y el extractivismo. Ahora, para la juventud creativa, mi consejo es apelar a la música por su capacidad de conectarnos como humanidad, tanto como individuos como comunidades. Tuvimos música antes que industria y de bebés empezamos a cantar y bailar antes que hablar, escribir o caminar. Ese principio elemental de la música de tocar sensibilidades siempre debe ser el objetivo. Si logras tocar y conmover otras vidas ya hiciste bien tu trabajo. La calidad es más importante que la cantidad. Prefiero que mi música conmueva profundamente a pocas personas a que fuese masivamente consumida sin sensibilizar a una sola persona. La música es una necesidad humana antes que un negocio”.
